Cualidades femeninas y masculinas | La combinación ideal

En la época de la publicación del popular libro los hombres vienen de Marte' ylas mujeres de Venus' hubo una locura por el entrenamiento en el que los hombres podían descubrir su lado femenino y viceversa. En esencia, podrías aprender a aprovechar al máximo las cualidades que -según este movimiento- pertenecen a tu género, y a completarlas con las cualidades de `el sexo opuesto'.

El hecho de que este movimiento se haya convertido en un negocio millonario no quita que se plantee la cuestión de si la piedra angular de esta teoría está justificada. Lo que resulta, contrariamente a lo que muchos partidarios afirman, es esto:

Ningún científico ha sido capaz de probar que los cerebros de las mujeres son o trabajan significativamente diferentes de los de los hombres.

El cerebro del hombre y el de la mujer son casi idénticos

Después de años de investigación intensiva, la científica cerebral británica Gina Rippon concluye que vamos a comportarnos de acuerdo con nuestra educación y la cultura en la que crecemos. Las diferencias mínimas entre hombres y mujeres surgen únicamente como resultado de esto.

Alguien que pinta todos los días y es creativo estimulará una parte diferente de su cerebro más que alguien que cada día presenta soluciones matemáticas complicadas. Los cerebros de los individuos no son diferentes, pero nos enseñamos a usar nuestras mentes de manera diferente. Eso argumentaría a favor de la teoría de que los hombres son diferentes de las mujeres, pero de una manera completamente diferente a la que se proclamó hasta hace poco.

Mitos sobre las diferencias entre cerebros masculinos y femeninos

¿Por qué es esto relevante? La limitada investigación de los años ochenta sobre las posibles diferencias entre los cerebros de hombres y mujeres ha llevado a la creación de muchos mitos que nos engañan. Nos alejan de la esencia para dominar y sacar el máximo provecho de las llamadas cualidades femeninas y masculinas.

¿Cuáles son los mitos sobre las diferencias entre los cerebros masculinos y femeninos?

• Las mujeres son mejores en la multitarea. Los hemisferios izquierdo y derecho de las mujeres tendrían una mejor conexión y eso hace que las mujeres sean mejores en la multitarea. Ningún neurocientífico ha sido capaz de corroborar esto con hechos, y nadie puede probar esta conexión "mejor".
• El tamaño, la composición diferente u otros argumentos pseudo-científicos que surgen, supuestamente hacen que los cerebros de las mujeres trabajen más eficientemente. Una vez más, nunca se ha aportado ninguna prueba científica al respecto.
• Los cerebros femeninos no son capaces de comprender el espacio. Aparte del hecho de que nunca se ha proporcionado evidencia científica, hay suficiente evidencia de mujeres que sobresalen en el conocimiento espacial.

¿Cuáles son las diferencias entre los cerebros masculinos y femeninos?

Casi nada! Si se muestran diferencias típicas entre masculinos y femeninos, entonces esto ocurre en menos del 3% de la población, y aún no hay evidencia de que esto afecte nuestra conducta o capacidad de pensamiento. A través de la educación y la cultura, se puede demostrar que las mujeres han desarrollado con mayor frecuencia sus cualidades sociales y empáticas que los hombres. Además, esos hombres han desarrollado más a menudo sus cualidades analíticas y de razonamiento. A diferencia de hablar de cualidades masculinas o femeninas, hay un caso a favor de hablar de cualidades empáticas y analíticas.

Lograr los objetivos y el equilibrio entre el pensamiento empático y analítico

Podemos lograr nuestros objetivos utilizando nuestra empatía o nuestras habilidades analíticas, pero una combinación de ambas nos hace mucho más eficaces en los negocios.

Alcanzando metas a través de la empatía

Cuando los ingleses entablaron negociaciones con los indios de América a finales de 1700 sobre la compra y el uso de la tierra, se pusieron en contacto inicialmente con los jefes de las tribus. Sus negociaciones se encallaron en dos aspectos. La primera es que un líder tribal tiene la función primaria de un conector empático entre los indios. Un jefe se asegura de que cada miembro prominente de la comunidad pueda expresar su opinión, después de lo cual la propia comunidad toma una decisión democrática.

Un jefe indio no tiene voz en el resultado. Negociar con un jefe es, por lo tanto, una completa pérdida de tiempo. La segunda razón por la que las negociaciones encallaron es que los indios creen que la tierra no pertenece a nadie y que nadie puede tener derecho a ella.

Un jefe de los indios se asegura de que todos sean escuchados y tengan voz. Es la forma definitiva de democracia, pero también de empatía. La esencia de la empatía es tener en cuenta los intereses de todos, y así es precisamente como una tribu india logra sus objetivos. La ventaja de esto es la armonía. La desventaja es que se trata de un proceso lento y laborioso y que ya no se adapta a la velocidad de acción que parece pertenecer a nuestra era actual.

Lograr los objetivos gracias a la capacidad analítica

Todos conocemos a alguien en nuestro círculo que, gracias a una acción rápida, adecuada y analítica, ha acumulado una fortuna en el mundo de los negocios. No más de una vez se ha hecho esto a expensas de sus socios comerciales, amigos y, a menudo, de su matrimonio, pero su objetivo inicial se ha logrado. Utilizando análisis rápidos, fue más listo que todo el mundo y pudo aprovecharse de ello. El hecho de que no tuviera en cuenta en modo alguno las ideas o sentimientos de los demás no le impedía hacerlo. El objetivo es, por encima de todas las cosas.

Lograr objetivos en los que exista un equilibrio entre la empatía y la capacidad analítica

Parece que las empresas que se basan principalmente en la empatía no podrán hacer frente a las empresas que actúan principalmente sobre la base de la capacidad analítica. Por otra parte, también parece que las empresas que se gestionan principalmente sobre la base de las capacidades analíticas no duran mucho tiempo. Los resultados y las ganancias suelen ser efímeros porque la comunidad finalmente les da la espalda. Esto aboga a favor de un equilibrio entre los dos, pero ¿cómo se hace eso?

Eres lo que piensas y te conviertes en lo que haces

Nuestros cerebros y patrones de pensamiento son increíblemente flexibles. Es necesario ser capaz de aprender cosas de vez en cuando. Si nuestra educación o antecedentes culturales nos han enseñado a ser muy empáticos, podemos experimentar dificultades emocionales para ser analíticos. No es nada más que entrenamiento. Podemos estar tentados a creer que nacimos de esta manera y que no tenemos otra opción, pero la ciencia y los fundamentos de nuestra existencia contradicen esto.

Al igual que aprender a tocar la guitarra, el cambio requiere práctica y fuerza de voluntad, y de ahí exactamente de donde viene la resistencia al cambio. Sólo queremos aprender algo cuando estamos intrínsecamente motivados. Una vez condicionados a ser empáticos, tenemos tantas asociaciones positivas con esto que podemos experimentar cualidades tales como la capacidad analítica como negativa o inhumana. Ponga aquí el mito de que los cerebros de las mujeres funcionan de manera diferente que los cerebros de los hombres, y las mujeres empáticas no estarán inclinadas a volverse analíticas.

A la inversa, por supuesto, esto también se aplica a las personas -en su mayoría hombres- que sólo han aprendido a pensar y actuar analíticamente. Pueden estar inclinados a creer que las cualidades empáticas no son su naturaleza y pueden llevar a muchos efectos secundarios adversos. Por ejemplo, la empatía puede ser vista como algo blando y demasiado social, lo que significa que seguimos siendo un patrón de pensamiento analítico y de actuación. Porque nos convertimos en lo que hacemos -en lo que nos entrenamos- y pensamos y decimos significa que puedes aprender ambas cualidades.

La compañía perfecta

Dentro de la compañía perfecta, hay ideales. Por ejemplo, ser bueno para el mundo, para las personas y los empleados, y se obtiene un beneficio saludable a largo plazo. Los clientes quieren comprometerse con los ideales de la empresa y convertirse en embajadores de los productos o servicios. A través de la empatía de la empresa, la comunidad se siente conectada. Y a través de la capacidad analítica, los objetivos se logran juntos pero a tiempo. Un ganar-ganar para todos en el que el hombre puede seguir siendo un hombre pleno y la mujer una mujer de verdad.